Palabras de Vida – Mensajes y Reflexiones Cristianas

La Palabra de Dios es vida en si misma, cuando se guarda en el corazón, frases y mensajes cristianos para reflexionar sobre la vida

¿Dios le habla a la gente?

Yo sí lo creo y también creo que lo hace de diferentes formas y a este respecto recuerdo una narración que llegó a mí por Internet y que dice así:

Eran cerca de las diez de la noche cuando el joven comenzó a conducir su automóvil de regreso a casa. Sentado en su coche, se detuvo un momento a orar: «Dios, si en realidad Tú le hablas a la gente, háblame, voy a escucharte, voy a hacer mi mejor esfuerzo para obedecerte». Iba manejando calle abajo por su pueblo cuando sintió: «detente y compra un galón de leche.»

Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

Se golpeó la cabeza con la mano y dijo: -«¿Señor, eres Tú?» No recibió respuesta, así que siguió su regreso a casa. Pero de nuevo sintió: «compra el galón de leche». El joven recordó acerca de Samuel, cómo no reconoció la voz de Dios, y cómo el joven Samuel corrió hacia Eli. -«Muy bien Dios, en caso de que seas Tú, voy a comprar la leche.» El no quería parecer duro si esto era un test de obediencia. Pensó que de todas formas podría usar la leche. Se detuvo, compró el galón de leche y reinició su regreso a casa. Iba pasando por una avenida cuando de nuevo sintió la urgencia: «da vuelta en esta calle». «Esto es una locura» -pensó- y pasó de largo la intersección. Una vez más, sintió la necesidad de volver a esa calle.

En la siguiente intersección dio la vuelta y regresó hasta a la avenida. Riéndose murmuró: «De acuerdo Dios, lo haré» De nuevo sintió algo: «Ve y dale la leche a la gente de la casa que está cruzando la calle». El joven miró la casa. Estaba oscura. Se veía que sus dueños habían salido o estaban durmiendo. Abrió la puerta de su coche y entró de nuevo en él. «Dios, esto es insano, esta gente está durmiendo y yo estoy aquí haciendo una locura y luciendo como un estúpido.» Pero otra vez sintió la necesidad de ir y entregarles la leche.

Finalmente abrió la puerta de su coche y dijo -«Está bien Dios, si éste eres Tú, voy a ir hasta la puerta y voy a darles la leche, si me haces quedar como un loco, está bien, seré obediente, supongo que eso me servirá de algo, pero si ellos no contestan a la puerta, me iré de aquí.» El joven cruzó la calle y tocó el timbre. Escuchó algunos ruidos adentro, y oyó una voz de hombre: -¿Quién es usted? ¿Qué quiere? La puerta se abrió antes que el joven tuviera tiempo de marcharse.

El hombre estaba parado ahí en ropa de descansar. Parecía como si recién hubiese salido de la cama. Su rostro lucía raro, y no se veía muy contento por el extraño que estaba parado frente a su puerta. -«¿Qué es esto? «El joven le ofreció el galón de leche. «Aquí, traje esto para usted». El hombre miró la leche y se fue adentro diciendo algo en otro idioma, entonces desde adentro, vino una mujer, tomó la leche y se la llevó a la cocina. El hombre la había seguido cargando un bebé. El bebé estaba llorando.

Había lágrimas corriendo por el rostro del hombre, que comenzó a hablar llorando:

«Estábamos orando, tuvimos grandes gastos este mes y nos quedamos sin dinero. No teníamos nada de leche para el bebé. Sólo le estaba pidiendo a Dios que me mostrara cómo conseguir algo de leche para mi bebé.» Su esposa dijo desde la cocina: -«Yo le pedí que enviara un ángel o algo… ¿es usted un ángel?» El joven buscó en su billetera, sacó todo el dinero que tenía y lo puso en la mano del hombre. Se dio la vuelta y caminó hacia su auto sin mirar atrás. Ahora él sabía cómo Dios nos habla y atiende las oraciones.

Dios continua hablandonos siempre, solo que entre el «ruido» del mundo no escuchamos su voz, pero si miramos atentamente y prestamos nuestros oidos a escucharle, seguramente podremos reconocer su voz, y hacer SU voluntad.

Dios les bendiga todos los días de su vida…