Palabras de Vida – Mensajes y Reflexiones Cristianas

La Palabra de Dios es vida en si misma, cuando se guarda en el corazón, frases y mensajes cristianos para reflexionar sobre la vida

Jesús y las tormentas

Los evangelios hablan de dos tormentas en las que Jesús estuvo, una de ellas fue cuando el dormía. Los fuertes vientos soplaban y hacían que la embarcación se balanceara a tal grado que los demás tripulantes se llenaron de temor, al pesar que perderían sus vidas esa noche.

Al ver a Jesús tan tranquilo durmiendo, decidieron despertarlo y hasta hablarle fuerte, indicando que perecían. Al despertar Jesús y ver lo que sucedía, ordeno el tiempo con solo abrir su boca. Los discípulos y todos los que estaban ahí, quedaron boquiabiertos, y hasta se preguntaban ¿quien es este?, que aun las aguas se le sujetan. Evidentemente aun no conocían a Jesús en su poder y gloria.

¿Que aprendemos de esta tormenta? Cuando estés en tus tormentas, fija solamente tu mirada en Jesús. Si sientes que él duerme; guarda la tranquilidad y acompáñale en su descanso. Reconoce que él es Dios. Es como en un avión cuando hay turbulencia, si el capitán no se comunica con la tripulación y los pasajeros, es porque las cosas están bajo control.

La otra tormenta fue, cuando Jesús estaba fuera de la embarcación. Él caminaba hacia ella y sus discípulos creyeron que era un fantasma, hasta que Pedro observo que era Jesús y le pido que quería acercarse a El caminando sobre las aguas.

Cuando Pedro dejó de poner sus ojos en Jesús, fue cuando se sumergió en las aguas. ¿Que aprendemos de esta otra tormenta?, que es diferente a la anterior porque cuando pasemos por alguna tormenta, debemos observar bien, ya que la manifestación de Dios estará ahí. No es un fantasma, es Jesús. Y si ponemos nuestra mirada en la tormenta y quitamos nuestra mirada de Jesús, entonces nos sumergiremos en el mar de las circunstancias.

Él único que nos puede ayudar cuando estemos atravesando por alguna tormenta, es Jesús. Puede que él este a tu lado o este en llegar a tu barca, pero preocúpate por conocerlo a él. Búscale e identifica como esta acompañándote en esos momentos, antes de que te sumerjas en la circunstancias. Recuerda que hay que tener paz en las tormentas.

Dios te Bendiga!!!